En los últimos días se han escuchado en los medios, lejanas campanas que anuncian un posible regreso de los hermanos Kaulitz a Alemania. El Twitter de la MTV germana lo sacó como rumor y pese a que la MTV es a día de hoy una especie de rancho con la mayoría de sus cuadras vacías y donde los caballos cabalgan y relinchan sin dirección alguna, sigue siendo una luz en este oasis musical de principios de siglo y no hay que girarles demasiado la cara, entre otras cosas, porque la posibilidad del pronto regreso de los nuestros sería acogida como agua de mayo por un@s Fans que navegan como pollo sin cabeza por una Europa huerfana de glamour y sin rumbo desde la marcha del niño Bill y su lugarteniente de holgados pantalones y trenzas adosadas.
El 22 de septiembre del 2010 saltaba la noticia de la mudanza de Tom y Bill a Los Angeles. Apenas 10 meses después, los planes de futuro pasan, por lo visto y leido, por retornar a Europa e intentar reconquistar el terreno perdido en su propia casa. Como decía el poeta, es más fácil recuperar al viejo amor que conseguir uno nuevo. Suponemos que por aquello de la llama que queda viva. La de Tokio Hotel nunca se apagó, por mucho que le haya caido mucha agua encima. No son lo que eran, eso está claro, pero Miguel Ríos cantaba aquello de: “El Rock es un Boomerang…” y todo lo que se va, acaba por volver, Jost mediante.
Hay varios tipos de padres. Los que le dicen al hijo cuando se va un viernes noche: “Cuidado con el coche”, los que le dicen: “Pásalo bien” y los que le dicen: “No hagas ruido cuando vuelvas y no des portazos”. Nosotros somos de los que se desviven y queremos su bien por encima de todo, independientemente del ruido. Por lo tanto, bienvenida sea la participación en una posible película. Bienvenida sea la entrada en el mundillo televisivo como jurado en un programa de talentos musicales. Bienvenido sea el regreso bajo las condiciones que sean. Volved a casa cuando queráis, que aquí os estamos esperando con los brazos abiertos.
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